viento

11 de mayo de 2008

Vuelvo a caer en el infierno de las palabras. Vuelvo a ser pasto de las llamas de la incertidumbre. Vuelvo a estar solo.

Había olvidado lo que era. Necesito ardientemente estar solo, pero ardientemente también necesito que alguien me escuche y me entienda, que me acune y me reconforte... buscar el calor en labios ajenos de poco ha servido, nada más que para hacerme sentir más culpable.

Lo que más deseaba és lo que me debora por dentro, me roe las entrañas como el viento erosiona a la roca... poco a poco, grano a grano; no hay prisa, pues el tiempo está de su lado. Ese viento que me roba la ilusión y la inocencia és el viento de la vida, con su miseria, con su soledad, con su veneno...

... ese viento que hace girar la veleta que indica la dirección que deben seguir mis pies... me someto a mi verdugo.

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