contrastar miradas

Caminando me cruzo con infinidad de miradas que no dicen nada, miradas que solo miran al frente, incapaces de desviarse para contemplar el paisaje... e incluso miradas que solo tienen una visión introspectiva, miradas incapaces de captar un ápice de lo relativamente real, incapaces de contemplar nada que no sean ellas en sí mismas.

Resulta conveniente contrastar miradas de vez en cuando... lo difícil es encontrar la mirada que te haga abrir un poco los ojos. Infinitas son las miradas que no dicen nada, muchas las que a penas me prestan atención, escasas las que se desvían para cruzarse con la mia, y más escasas todavía las que pueden captar el color de mi iris... y prácticamente imposible encontrar alguna que me mire directamente a la pupila.

Pero cuando eso ocurre, parece que todo recobra su sentido. El simple hecho de encontrar esa mirada llena el vacío que deja la búsqueda. Y cuando lo encuentras, al instante sabes que esa mirada tiene algo especial, algo que la hace única y distinta a todo lo que conoces. Algo que te llena, y te deja un nudo en el estómago...

... algo que, por un momento, te hace olvidar lo absurdo de caminar por un camino del que no conoces más que lo que has dejado atrás, sabiendo que caerás antes de encontrar el fin.

(Ilustración de M. C. Escher)

Últimamente las palabras se acumulan en mi cabeza... todos los sentimientos que vertía libremente ahora se encuentran atrapados, encerrados. Como en una charca, el agua que corría antaño se ha estancado, provocando la putrefacción y la insalubridad de mi pequeño mundo interior... todo queda para mí.

Las mil interpretaciones de cada pensamiento carecen de una segúnda opinión realista, un segundo punto de vista que permita una mayor apertura de miras... todo se reduce a una pequeña realidad deformada por la inseguridad y el dolor. Cierto es que el cristal por el que he mirado siempre ha sido más opaco que translúcido, pero ahora las nubes me han robado a la luna que aclaraba mi visión.

sin palabras

Siento que me voy alejando de todo lo que había significado algo para mi alguna vez en mi vida... me siento más perdido y desorientado que nunca. Todo ha perdido su sentido original, todo vuelve a la misma sinrazón de antaño.

La vida se extiende ante mi como una enorme hoja en blanco... el blanco más aterrador que existe... el vacío, la nada, el espacio que se extiende desde estas palabras hasta lo más profundo de mi pensamiento... palabras que no pueden abarcar este nudo en el estómago, incapaces de definirlo, describirlo, o tan siquiera esbozarlo.

Muchas veces me he quedado sin palabras, pero no es nada comparable a quedarse sin palabras. Tal vez no sea correcta la expresión quedarse, puesto que más bien nunca las he tenido. ¿Cómo definir algo indescriptible con algo inexistente?