eclipse

12 de octubre de 2008

Ahora conozco el lugar donde nace mi vacío... y cuanto más lejano, mayor la sensación de hundirme en la nada, como la sombra que se agranda con la distancia. Y sumido en este eclipse todo tiene color gris, todo queda difuminado y confundido con el fondo, todo es absurdo, todo es ínfimo, todo es despreciable.

Y sin embargo todo aparece gigantesco ante mis ojos, obcecados por querer ver solo media realidad... y cuanto más me alejo, más oscuras son las sombras, más grises los horizontes, más absurda, ínfima y despreciable se muestra la vida.

Para mi la muerte nació el mismo día de mi nacimiento y camina desde entonces tras de mí. Me deja escuchar el eco de sus pisadas, envolviéndome en el frío hálito de la desolación, dispuesta a mostrarme cuando yo lo desee el pueril sentido de todo lo que és, ha sido y será... pero a costa de pagar el precio más alto que un hombre puede permitirse.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me paso a curiosear por aquí porque me acabo de encontrar con un comentario tuyo en mi blog, la verdad es que es de hace ya tiempo, ¡pero lo tengo un poco abandonado!

Me gusta lo que me he encontrado... si me lo permites... ¡volveré!

Un saludo desde el Elemento Fotosensible