cada día

6 de febrero de 2009

Este dolor enraizó en mi más de lo que pensé en un principio. Este dolor hace crecer tallos que brotan a su antojo. Y ya no puedo separarlo de mi, porque ya soy él, y él es yo...

Vuelan a mi las palabras que han quedado grabadas a fuego en lo más hondo del corazón, hierven en las cicatrices, destrozan a patadas los amaneceres, llevando estrellas que creyeron pertenecerme. Roban el sueño y me llevan con ellas al infierno del recuerdo.

Renacen cada día, cuando despunta el primer atisbo de claridad.

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